Lograr un desarrollo sostenido, inclusivo y en armonía con el medio ambiente, que respete los derechos humanos, también es responsabilidad de las empresas.
En los últimos años el mundo empresarial ha comenzado a tomar conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad corporativa, vista ya no solo como una opción, sino como una necesidad competitiva.
Dicha visión ha generado un cambio en la forma de hacer negocios, buscando la explotación racional de los recursos laborales y adecuada distribución social de los beneficios.
Agenda 2030: acuerdo para construir un futuro mejor
Para acelerar el desarrollo para aquellas naciones más atrasadas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha generado un acuerdo fundacional: la Agenda 2030.
Es una visión conjunta de 193 países para construir un futuro mejor, integrado por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) alrededor de tres pilares temáticos:
- Social
- Económico
- Ambiental
La Agenda 2030 tiene el principio de responsabilidad común, pero diferenciada entre cada país, logrando construir una verdadera alianza cooperativa para el desarrollo y crecimiento.
En consecuencia, todos los ODS tienen el mismo rango y se encuentran interrelacionados, es decir, las intervenciones en un área específica afectarán los resultados de otras, pero su relevancia para la acción varía según el país y las regiones geográficas.
Los ODS destacan por su visión de largo plazo, al crear una estrategia para el año 2030 permiten generar un apoyo constante para cada país en su camino hacia un desarrollo sostenido, inclusivo y en armonía con el medio ambiente, en el que se respeten los derechos humanos.
Desarrollo sostenible, responsabilidad compartida
Estos cambios no sólo competen a gobierno y sociedad en general, también a las organizaciones privadas: su principal reto es lograr un equilibrio entre lo económico, social y ambiental.
Es responsabilidad de los negocios ser capaces de producir riqueza, y a su vez velar por los recursos sociales y naturales.
Actualmente, las empresas que operan de manera sostenible:
- Son más rentables y resilientes.
- Generan un mejor valor de marca.
- Tienen mayor acceso al capital.
- Responden mejor a los empleados, clientes, proveedores y a la sociedad en general.
Para poner en práctica la sustentabilidad empresarial es necesario que cada institución diseñe y ejecute un plan de acciones a la medida.
Además de satisfacer las necesidades de la empresa y sus implicados, también se debe contribuir con la protección al medio ambiente, la sostenibilidad de recursos naturales y el desarrollo de la sociedad.
