La brecha salarial de género sigue presente en México y el mundo.
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 18 de septiembre como el Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de visibilizar y concientizar acerca de la brecha salarial de género que existe entre hombres y mujeres.
Este día es el resultado de los esfuerzos constantes para lograr la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor, respetando los Derechos Humanos y yendo contra toda forma de discriminación, entre ellas contra mujeres y niñas.
¿Cuál es la brecha salarial de género en México y el mundo?
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a las mujeres se les paga menos que a los hombres por el mismo trabajo, con una brecha salarial de género estimada en un 23% a nivel mundial.
En México, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportaron que durante enero de 2020 el salario diario asociado a trabajadores hombres asegurados fue mayor que el de las mujeres a nivel nacional, 416.4 pesos y 363.5 pesos por día, respectivamente, lo que representa una diferencia de 14.6 por ciento, detalla el Instituto Nacional de Mujeres.
Lograr igualdad social implica un cambio social, cultural y económico
A pesar de la amplia regulación y respaldo para erradicar la brecha salarial de género, la implementación no ha sido tarea fácil. Lograr el cambio ha sido lento, por las condiciones sociales, culturales y económicas de todas las regiones.
En este sentido, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), previstos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, tienen como prioridad:
- Alcanzar la igualdad de género.
- El empoderamiento de todas las mujeres y niñas.
- Promover el trabajo decente.
- Impulsar el crecimiento económico para mujeres, hombres, jóvenes y personas con discapacidad.
- Alcanzar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor.
Todavía existe mucho trabajo por hacer para desaparecer la brecha salarial de género y se requiere del esfuerzo de toda la comunidad mundial.
La participación de los empresarios es fundamental para promover una cultura de igualdad laboral que permita lograr la igualdad salarial o de remuneración.
