Ser flexible, no regresar a las cosas como eran antes, y con ciclos rápidos de retroalimentación, aprendizaje y mejora, esas son las características que deben tener las empresas que capitalicen las oportunidades que se generarán tras la crisis provocada por la pandemia.

Así lo señala el estudio «Covid-19: Retos y Oportunidades para el Sector Empresarial Mexicano» de la consultora Bain & Company, en el que detecta dos fases de respuesta de las empresas ante los diferentes problemas generados por el impacto del virus:

Fase 1: Proteger y asegurar la continuidad operativa, es decir, combatir el impacto inmediato de la enfermedad.

Fase 2: Acelerar y ajustar la recuperación para la nueva normalidad, es decir, reaccionar y aprovechar las oportunidades generadas por el entorno.

Sin embargo, apenas el 25% del ámbito empresarial del país cuentan con un plan robusto para abordar la Fase 2, de recuperación, según la encuesta de Bain & Company levantada en junio de 2020, aplicada a más de 100 altos ejecutivos de empresas mexicanas.

Ante este panorama, y tomando como referencia la crisis del 2009, el estudio concluye que de ese 25% de empresas, las que obtendrán mejores resultados financieros en los próximos años son las que actúen rápido y capitalicen las oportunidades en su sector.

Es importante señalar que el camino hacia la recuperación será diferente para cada industria, es decir, la velocidad de rehabilitación variará significativamente de sector a sector y cada empresa deberá analizar cómo afrontar estos seis retos principales:

> Incertidumbre en las proyecciones.

> Evolución de las necesidades de los consumidores y formas de reactivar la demanda.

> Cambio de ambición y prioridades.

> Nuevos paradigmas operativos para incrementar la flexibilidad y resiliencia de la cadena de suministro.

> Asegurar la liquidez a mediano y largo plazo.

> Ajustar el modelo organizacional y operativo.

Al diseñar su plan de recuperación, las empresas deben contestar al menos cinco preguntas clave:

¿Cómo ha cambiado el mundo?

¿Cómo afectan los cambios externos a mi negocio?

¿Cómo cambian las aspiraciones y objetivos en el nuevo contexto?

¿Cuáles deben ser las nuevas prioridades del negocio?

¿Qué debemos ajustar en nuestra estructura, procesos, modelo de negocio, formas de trabajo y habilitadores para ser exitosos en las nuevas prioridades?

¿Cuál es el plan de acción y por dónde empezamos?

 

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