El edadismo no es exclusivo de la gente mayor.
Aunque el edadismo suele producirse en gente que se considera mayor para ejercer algún cargo o puesto dentro una empresa, también suele suscitarse en gente joven, pues se considera que no tienen la experiencia suficiente para un puesto de trabajo. En el país, es habitual ver vacantes donde piden experiencia mínima de un año o más en algún sector específico, mientras que la edad límite para acceder a estos trabajos suele ser para gente menor de 40 años.
Recomendaciones.
- Informarse. En conjunto con Recursos Humanos, informarse sobre la distribución de edad dentro de la organización y cómo mejorar los procesos de selección.
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- Políticas inclusivas. Promover políticas que eviten la discriminación por cualquier razón, haciendo énfasis en la edad de los colaboradores.
- Protocolos para atender casos discriminatorios. Tener mecanismos y canales de denuncia donde las personas trabajadoras puedan denunciar prácticas discriminatorias en el centro de trabajo y estas puedan ser atendidas.
- Eliminar la brecha salarial. Otorgar el mismo sueldo a todas las personas trabajadoras que desempeñen el mismo cargo o puesto sin importar su edad.
- Reclutamiento sin limitantes. Ofrecer vacantes sin límite de edad.
- Conciliación. Desarrollar políticas de recursos humanos que adapten los puestos de trabajo a los compromisos familiares, sociales y laborales, los cuales cambian con la edad.
- Otorgar oportunidades de ascenso y crecimiento. Se deben conceder los ascensos de acuerdo al desempeño y conocimiento de cada persona, sin importar el rango de edad en que se ubican.
- Promover la diversidad. Difundir dentro de la organización el respeto por todos los miembros colaboradores, adoptando una cultura de no tolerancia a comentarios, bromas o acciones que menosprecien a los trabajadores por su edad.
- Adaptabilidad del entorno de trabajo. Los puestos de trabajo amigables con los mayores son entornos en los que las tareas, el equipamiento, las herramientas y las estaciones de trabajo están diseñadas para adaptarse a las necesidades físicas y psicológicas del trabajador.
Con la implementación de buenas prácticas, la fuerza laboral de personas jóvenes y mayores puede aportar gran competitividad dentro de las empresas. Es importante que tu organización esté comprometida a generar cambios para garantizar el éxito empresarial, acércate a nosotros para apoyarte y brindarte una asesoría personalizada en cuanto a la mejora de prácticas dentro de tu empresa.