Un mundo que se vio forzado a avanzar tecnológicamente 10 años en sólo 3 meses.
A esa velocidad tuvieron que darse los cambios digitales de las economías del mundo por los retos que plateó la pandemia, un cambio que para los negocios nunca había sido tan acelerado, este entorno describe Silvio Dulinsky, responsable del Gobierno Corporativo del World Economic Forum.
La pregunta que más se hacen los empresarios ante esta coyuntura es: ¿Cómo puedo optimizar la gestión económica y financiera de mi empresa?
Es necesario encontrar las formas para reconstruir ante el impacto económico que ha dejado la emergencia sanitaria, y poder llevar a la empresa a esa evolución, tomando provecho de encontrarnos en la cuarta revolución industrial “caracterizada por una fusión de tecnologías que están borrando las líneas entre lo físico, lo digital y lo biológico”, según señala Klaus Schwab, fundador y ejecutivo del Foro Económico Mundial, en su libro La Cuarta Revolución Industrial.
Asimismo, la gestión económico-financiera se basa en una correcta administración de los recursos de una empresa, es decir, consiste en gestionar gastos e ingresos de manera que todo funcione correctamente, con los recursos disponibles en ese momento.
Existen herramientas informáticas utilizadas en la gestión empresarial que facilitan la constante actualización y el poder comparar servicios con los demás competidores del mercado. En modo breve, las repasamos:
El Empowerment ayuda a proporcionar al trabajador la información adecuada, así como también los adecuados recursos y herramientas, brindar retroalimentación, evaluar y recompensar su desempeño.
El Outsourcing consiste en una técnica o herramienta de gestión para la contratación de terceros, los cuales han de realizar actividades complementarias que no formen parte del giro del negocio.
Benchmarking consiste en evaluar los productos, servicios y procesos de una empresa a fin de compararlos para tomar los mejores aspectos y adaptarlos con sus propias optimizaciones.
El downsizing trata de reestructurar la organización en todos sus niveles, a fin de eliminar ya sea departamentos, empleados, procesos largos, o cualquier aspecto que no aporte valor a la empresa.
El Balanced scorecard o cuadro de mando integral es una herramienta de gestión que consiste en un sistema de control basado en un software que permite medir el desempeño global de una empresa a través de indicadores.
Si bien la tecnología aplicada en una empresa no garantiza totalmente el crecimiento de la misma, de la mano de una estrategia adecuada que se pueda aplicar a los propios equipos, la gestión, la estructura y la organización empresarial, pueden llevar en su conjunto, a que la empresa obtenga mejores resultados a corto, mediano o largo plazo.
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