Como parte del proceso de transición hacia la jornada laboral de 40 horas semanales, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) llevó a cabo una serie de foros de consulta nacional, que se realizaron del 19 de junio al 7 de julio de 2025, en los cuales representantes del sector empresarial coincidieron en que la reducción de la jornada laboral debe aplicarse de forma progresiva y diferenciada, considerando el tipo de industria, el tamaño de la empresa y la región en la que opera.

Entre las principales propuestas están: 

  • Aplicación flexible: jornadas diarias, semanales, quincenales o mensuales, bancos de horas y cómputo bimestral o anualizado.
  • Incentivos fiscales: deducción al 100 % de nómina adicional y adecuación de las tablas de subsidios.
  • Excepciones para industrias con procesos continuos (24/7).
  • Tratamiento del tiempo efectivo de trabajo (sin incluir descansos).
  • Mesas tripartitas de diálogo, acuerdos colectivos e indicadores de productividad.

Esta reducción de la jornada laboral puede traer consigo beneficios significativos para las empresas, tales como: 

  • Mayor productividad y eficiencia: personas trabajadoras más descansadas y con mejor equilibrio entre trabajo y vida personal tienden a ser más productivos y eficientes durante las jornadas laborales
  • Mejora en la atracción y retención de talento: La flexibilidad horaria se ha convertido en un factor atractivo para atraer y retener a las personas trabajadoras, especialmente a las nuevas generaciones que valoran el equilibrio entre su vida laboral y personal. 
  • Reducción del estrés laboral: Al reducir la carga de trabajo y permitir más tiempo para el descanso, se puede disminuir el estrés y la ansiedad, lo que a su vez puede mejorar la salud mental de las personas trabajadoras
  • Aumento de la creatividad e innovación: una persona trabajadora más relajada y con tiempo para desconectar puede ser más creativa y proponer nuevas ideas. 
  • Mejora de la imagen de marca: Las empresas que ofrecen jornadas laborales reducidas pueden mejorar su reputación como personas empleadoras, atrayendo a más talento y generando un mayor compromiso por parte de sus personas trabajadoras. 
  • Reducción de costos a largo plazo: Aunque puede haber costos iniciales, la reducción de la jornada laboral puede llevar a una disminución en el absentismo, el ausentismo por enfermedad y una mayor eficiencia, lo que puede traducirse en ahorros a largo plazo.

Sin embargo, también implica desafíos que se han propuesto a lo largo de las jornadas:

  • Reestructuración organizativa: Adaptar los horarios y procesos de trabajo a la nueva jornada puede requerir una reestructuración de la organización. 
  • Costos iniciales: La implementación de la reducción de la jornada laboral puede conllevar costos iniciales relacionados con la planificación, ajustes de horarios y posibles incentivos salariales para mantener la motivación de los empleados. 
  • Adaptación a nuevos horarios y formas de trabajo: Algunas personas trabajadoras y personas empleadoras pueden mostrar resistencia al cambio, especialmente si están acostumbrados a jornadas laborales más largas. 
  • Posibles conflictos con clientes o socios: En algunos casos, la reducción de la jornada laboral puede afectar la atención al cliente o la relación con socios comerciales, por lo que es importante una buena planificación.

Si bien estos foros estuvieron enfocados en recoger las opiniones y propuestas del sector empresarial y sindical, muchas de estas iniciativas podrían ser consideradas en el proceso de implementación. Por ello, es importante que las organizaciones las tomen en cuenta, ya que traerán consigo tanto beneficios como retos.

En Stratego Firma te mantendremos informado sobre el avance hacia la reducción de la jornada laboral.

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